miércoles, 4 de mayo de 2011

DESARROLLANDO LA CAPACIDAD DE EMPODERAMIENTO JUVENIL



La responsabilidad ciudadana es un elemento vital para que una sociedad pueda coexistir en democracia.La capacidad de empoderamiento (Magendzo, 2004) permite al ciudadano ejercer un control ciudadano, que apunta a regular los compromisos del Estado en todos sus niveles –local, regional y nacional-; y a hacer responsable al Estado ante la ciudadanía. Esto se logra gracias a la participación de actores (los estudiantes) con conciencia y prácticas de una ciudadanía activa, lo cual fortalece a la sociedad civil y a la democracia.

Los proyectos participativos, bajo un enfoque de la ciudadanía activa, promueven un sinnúmero de oportunidades para que los estudiantes discutan, dialoguen y deliberen sobre aquellos aspectos problemáticos de la vida cotidiana, tales como: los derechos humanos, desigualdad, la protección del ambiente, la interculturalidad, la democracia, entre otros; a fin de ejercer su derecho a plantear soluciones democráticas.

La participación en los asuntos públicos es un derecho y un deber; es parte de la democracia plena. Para ello, los ciudadanos –los y las estudiantes- tienen que conocer cómo funcionan las instituciones, qué leyes existen, qué autoridades son las competentes en uno u otro tema,etc.

Esto les permitirá tener un conocimiento cabal sobre el funcionamiento de la sociedad, y de esta forma poder intervenir a través de propuestas de solución a los problemas que aquejan al estudiante y a su entorno. Ante esta situación, los Proyectos participativos buscan desarrollar espacios de reflexión y dialogo que permitan desarrollar estrategias viables de solución frente a los problemas que se presentan en la vida en sociedad y así buscar el bien común para todos y todas. Marco Rodríguez, 2009

Considerando este marco conceptual, los estudiantes del Primer año D, de la Institución Educativa Nuestro Salvador-Villa María del Triunfo decidieron analizar cuáles son los problemas que más afectan su comunidad educativa.

El primer paso fue recoger las ideas de todos los participantes.En segundo lugar se priorizaron y seleccionaron solo cinco problemas para ser analizados y fueron los siguientes:

  • Desorden en el alumnado a la hora de comprar sus alimentos en el kiosko.
  • Altos precios en los productos que se venden en el kiosko.
  • Desorden en el alumnado a la hora de la salida.
  • Incomodidad a la hora de almorzar.
  • Imprudencia de los mototaxistas que circulan por la I.E.

El tercer paso consistió en analizar cada uno haciendo uso de la técnica árbol de problemas y presentarlo a la clase.